AYUNO



¿Qué es el ayuno?

Por ayuno se entiende la privación total o parcial de la ingesta de alimentos durante un determinado período de tiempo.

¿Cómo realizar un ayuno apropiadamente?

Mientras se realiza el ayuno no deben hacerse esfuerzos. Lo ideal es abstenerse en lo posible de todo trabajo físico o mental, o al menos no llevar el mismo ritmo que seguimos normalmente.

Para empezar un ayuno es conveniente vaciar los intestinos adoptando para ello el método que resulte más cómodo. La idea es que en el proceso de eliminación que se va a producir no sobrevengan demasiadas molestias. A más toxinas y venenos tengamos que desechar, mayor malestar vamos a sentir.
Por ello, es igualmente recomendable que se haga una dieta de frutas el día anterior y llegar así al ayuno lo más depurado posible para que no sea muy virulenta la eliminación de desechos.

Durante el ayuno se beberá regularmente. Se puede beber sólo agua, agua con limón, infusiones sin endulzar o zumos de frutas.

También hay que tener en cuenta que el cómo salimos del ayuno es tanto o más importante que el ayuno en sí mismo. Se ha de hacer de una manera gradual, tanto más gradual cuanto más largo haya sido aquél.
Los alimentos han de introducirse poco a poco y no será igual para una persona sana y que se depure con cierta asiduidad que para otra que lo inicie por primera vez y cuya alimentación se componga de un mayor número de alimentos procesados.
En  el primer caso, se puede salir de nuevo con una dieta de frutas, siendo las más adecuadas las frescas y dulces como las uvas, cerezas o ciruelas.
Sin embargo, para una persona que necesite remover mayor cantidad de toxinas lo ideal son las verduras no farináceas crudas o cocidas, como por ejemplo las espinacas y en general aquellas que no contengan almidón. Este grupo de personas no deberían introducir como primeros alimentos las frutas, especialmente las cítricas, por su gran poder de limpieza y arrastre de tóxicos, ya que podría colapsar el organismo y su capacidad de eliminación.

Duración del ayuno

Se puede hacer un ayuno de un sólo día, para comenzar es más que suficiente. Existen los ayunos más largos, como los de dos o tres días. No obstante, para lapsos de tiempo mayores que éstos, el ayuno debería hacerse bajo la supervisión de un profesional de la salud.

Como limpieza regular son recomendables los ayunos de un día realizados con cierta frecuencia (semanal o quincenal), siendo un método eficaz de prevención de numerosas dolencias, manteniendo nuestro organismo en condiciones óptimas.