A la dieta vegetariana se le ha achacado siempre su hipotético déficit de proteínas, cuando eso no es cierto en absoluto.
Las proteínas vegetales son de alta calidad, además de que hay que tener en cuenta que consumir demasiada proteína es tan peligroso como no consumir suficiente.
Tomarlas en exceso, especialmente si se trata de carne y de pescado, produce una gran cantidad de sustancias tóxicas y, por tanto, es perjudicial para la salud.
Al haber un exceso, el cuerpo debe quemarlo y eliminarlo y en este proceso se forman sustancias nigrogenadas como amoníaco, urea, ácido úrico y creatinina. Todas ellas nocivas y muy difíciles de desechar.
Ademas de que el organismo tiene que invertir mucha energía en su eliminación, se sobrecarga al hígado y a los riñones, puesto que estas sustancias tóxicas se eleminan por la orina.
De manera que sería suficiente con ingerir de 15 a 30 gramos de proteína diariamente.
