LA MANZANA


Existen unas cuarenta variedades de manzanos que dan frutos durante el verano, otoño e invierno.

Es muy recomendable intentar conseguir aquellas manzanas que sean ecológicas o al menos que no hayan sido manipuladas genéticamente. Esto es, desgraciadamente, algo habitual hoy en día, ya que de esta manera se las ha hecho más resistentes a las plagas, los cambios de clima y son ahora de más larga conservación, lo que permite recolectarlas cuando aún están demasiado verdes, resultando su calidad biológica notablemente inferior.


Composición:

La manzana es rica en azúcares (fructosa, dextrosa y levulosa).

Contiene pectina, ácidos málico, cítrico, láctico, salicílico y tánico.

Encontramos, además, entre sus componentes grandes cantidades de vitamina C, con lo que su consumo debería ser inmediato, debido al rápido proceso de oxidación que afecta a esta vitamina.

La manzana es, asimismo, una buena fuente de vitaminas y minerales y, por tanto, indicada para la alimentación infantil y para toda aquella persona que esté convaleciente.

Es también un revitalizador del cerebro gracias a su contenido en fósforo.


Propiedades de algunos de sus componentes:

La pectina. (que se encuentra debajo de la piel) Tiene efectos antitóxicos.

El ácido tánico. Protege la mucosa del intestino contra agentes químicos y otros ácidos, siendo beneficioso en casos de diarrea.

El ácido málico. Es antiinfeccioso, renueva la flora intestinal y disuelve el ácido úrico, así, la ingesta de manzanas beneficiaría a las personas que padecen de artritis.


Beneficios:

Por la mañana, en ayunas, constituye un excelente depurativo.
En cambio, tomarla antes de acostarse nos asegura un sueño tranquilo, ya que tiene efectos calmantes.

La manzana rallada es útil en caso de diarreas agudas, siendo más adecuada la cocida si se padece de gastritis o dispepsia.

Se puede utilizar en las dietas para reducir el apetito, tomando una manzana antes de cada comida.

Habría que resaltar la eficacia de la manzana en los casos de halitosis o mal aliento, puesto que actúa como dentífrico natural y porque en gran medida esta fruta evita las caries.

Por último, decir que en cuanto a la compatibilidad con los demás alimentos, la manzana es compatible con la mayor parte de ellos por ser una fruta muy neutra, ni demasiado ácida, ni demasiado alcalina.