Propiedades:
Las proteínas de las lentejas son de una calidad excelente.
Son bajas en grasa y, sin embargo, con un alto contenido en hidratos de carbono.
Minerales que aportan: calcio, potasio, hierro, fósforo y sodio.
Vitaminas que aportan: vitamina A, del grupo B y ácido ascórbico.
No obstante, hay que decir que son un alimento algo acidificante, por lo que se deben de consumir con moderación.
Las lentejas se digieren mejor si se remojan antes de cocerlas, lo cual es extensible a las demás legumbres.
En verano, es conveniente tenerlas en remojo dentro de la nevera, para evitar que germinen.
Método de remojo rápido: un truco consiste en cocerlas en agua hirviendo durante 3 ó 4 minutos, retirarlas del fuego y dejarlas media hora más en el mismo agua.
Beneficios:
Se benefician de ellas, especialmente, los adolescentes, niños mayores y aquellas personas que realizan un gran esfuerzo físico, ya que constituyen una buena fuente de energía.
Combaten el estreñimiento, gracias a la celulosa que recubre la lenteja y que actúa como excitante del peristaltismo intestinal.
Están indicadas también para personas anémicas.
Quién las debe de tomar con precaución:
Obesos y diabéticos, debido a su elevado contenido en hidratos de carbono.
Enfermos de gota, artritis, arteriosclerosis y reumatismo, dado que las lentejas son ricas en purinas y ácido úrico.
Mejor manera de consumirlas:
En cantidades moderadas, acompañadas de abundante verdura.