Las semillas de girasol, más comúnmente conocidas por pipas, se obtienen de una planta originaria de América (la Helianthus annuus) y debido a sus componentes constituyen un alimento casi perfecto.
Contiene los 10 aminoácidos esenciales, inclusive la metionina, además de ser muy rica an ácidos grasos poliinsaturados, vitaminas y minerales, destacando su alto contenido en fósforo, magnesio y vitamina E.
El aceite que se obtiene de su prensado en frío es de una calidad excelente, pobre en colesterol y con un bajo aporte calórico.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, al igual que los demás aceites, debe de consumirse en crudo.
Esto se aplica de igual manera a las semillas o pipas que deberían consumirse en su estado natural ya sean solas, en ensaladas, sopas, con los cereales o de cualquier otro modo que nos resulte más apetecible. Evitando, claro está, el consumirlas con sal, puesto que resultan perjudiciales por el exceso de sal que se ingiere al consumirlas de esta forma.