PROPIEDADES BENEFICIOSAS DEL POLEN


Son numerosas las propiedades y beneficios que se le atribuyen al polen.
Entre las más reconocidas habría que destacar las siguientes:

Tener una acción reguladora de las funciones intestinales.

Ser beneficioso en los casos de anemia, especialmente de las infantiles, al provocar un aumento de las tasas de hemoglobina en sangre.

Recuperación del peso perdido y de la pérdida de apetito (anorexia).

Aumento de la vitalidad, indicado en los casos de fatiga.

Ayuda a la cicatrización de las heridas.

Este producto natural es, además, un excelente complemento alimenticio.

Carente por completo de cualquier tipo de toxicidad, el polen contiene en sí mismo una gran riqueza nutritiva, por lo que su uso como preventivo ante cualquier enfermedad es muy aconsejable, ayudándonos a conservar la salud.

Contenido del polen

Agua. El polen seco debería tener un máximo del 5 % de su contenido en agua.
Lípidos. En un porcentaje del 5 %, aproximadamente.
Glúcidos. Alrededor del 35 %.
Prótidos. En forma de aminoácidos esenciales. Su porcentaje será del 20 al 35 %.
Vitaminas. Contiene todas las vitaminas del grupo B y las vitaminas A, D, C y E.
Sales minerales y oligoelementos: Calcio, Cloro, Magnesio, Hierro, Cobre, Potasio, Fósforo, Azufre, Silicio y Manganeso.

Contiene sustancias antibióticas útiles contra las salmonelas o los colibacilos.

Otro importante elemento que forma parte de la composición del polen es la rutina, la cual alivia el problema de las venas varicosas, ya que aumenta la resistencia capilar.

Una particularidad del polen es que contiene una sustancia que acelera el crecimiento y que se encuentra en mayor proporción en los pólenes que provienen de árboles frutales, el polen del castaño, el de la amapola y el de diente de león.