EL MISO


El miso es el producto que resulta de la fermentación de la soja amarilla, la cual se deja reposar en agua con sal marina.

La variedad de miso más popular y conocida es el Hatcho, aunque hay otras variedades conocidas como el guenmai, komé y mugi.

La fermentación es de tipo láctico y es la que le ogorga al miso su característico color marrón.
Es, además, muy beneficioso para nuestra salud, ya que, como todos los alimentos fermentados, está predigerido, lo que lo convierte en un producto muy digestivo gracias a la acción de tres enzimas: la amilasa, la proteasa y la lipasa.

El miso es, asimismo, rico en glucosa y en proteínas de fácil asimilación que no sobrecargan los riñones y es bajo en calorías.


Beneficios

El miso tiene propiedades depurativas.

Se obtiene una bonita piel debido a su acción depurativa de la sangre y a su contenido en ácido linoleico que disuelve el colesterol y mantiene elásticos los vasos sanguíneos.

Evita la hipertensión y la arteriosclerosis

Actúa contra la acidosis, ya que alcaliniza la sangre.

Previene el cáncer, en especial el de estómago, debido a que los aminoácidos que contiene impiden las alteraciones que se podrían producir en la transmisión de la información celular.

Retrasa el envejecimiento celular.

Reduce los efectos adversos de la contaminación y de la exposición a la radiación.

El miso en la cocina

Se puede consumir de diferentes maneras. Las más habituales son en sopa, patés o salsas.

Se puede usar también como sustituto de la sal.