LOS ADITIVOS


Qué son los aditivos

Se entiende por aditivo toda aquella sustancia que se añade a los alimentos que vamos a consumir como pueden ser: colorantes, aromas artificiales, potenciadores del sabor, conservantes, antioxidantes, emulgentes, edulcorantes, estabilizantes, antiapelmazantes, reguladores del ph, grasas, etc.

¿Se indican siempre los aditivos en las etiquetas?

Normalmente, vienen indicados en las etiquetas de los productos que los contienen. Sin embargo, no siempre es así, ya que sólo es obligatorio especificarlos en aquellos que van envasados, no siéndolo en aquellos alimentos que vienen sin envasar, como es el caso del pan, la repostería, la carnicería o la pescadería. Las bebidas alcohólicas no tienen, tampoco, obligación de declararlos.

El problema añadido que tiene esta norma es que, aunque en los productos envasados sí se declaran, no sabemos cuáles son los aditivos que llevan las materias primas que se han utilizado para elaborarlos.

Por qué se utilizan los aditivos

Los aditivos se han creado por numerosas razones, entre las que se encuentran las siguientes:

Mejorar la textura y el aspecto de los productos, alargar su duración, recuperar cualidades que se han perdido en el proceso de producción, mejorar el sabor enmascarando así la poca calidad del producto que se utiliza, dar más color un alimento, evitar que éstos se oxiden, retardar el endurecimiento (como es el caso del pan cuando se utilizan los emulsionantes), etc.

¿Son peligrosos?

Es de sentido común que deberíamos evitarlos en la medida de lo posible, aunque esto resulte difícil ya hoy en día. Y deberíamos de evitarlos, además de por motivos de salud, porque esto nos garantizaría que nos encontramos ante un alimento natural que no ha sido manipulado en exceso.

Existen muchos problemas que están estrechamente ligados al consumo continuado de aditivos como son la aparición de alergias, desórdenes inmunitarios, cáncer, asma, desórdenes hormonales, mareos, cefaleas, alteraciones hepáticas, etc. Y estos problemas se agravan o se producen, precisamente, porque provocan un efecto cruzado cuando se ingieren con otras sustancias. Por ejemplo:

La tartracina (E102) puede desencadenar ataques de asma que se ven agravados si se ingiere junto a medicamentos como la aspirina.

Los sulfitos se usan como conservantes y también pueden provocar ataques de asma, además de cefaleas y mareos. Este aditivo inactiva la vitamina B1.

La eritrosina (E127) es un colorante que se usa para dar color a los productos "de fresa" y por su alto contenido en yodo actúa negativamente sobre la glándula tiroides.

E320 y E321 son potencialmente peligrosos porque son los que producen alteraciones en el sistema inmunológico, alteraciones hepáticas y hormonales.

Los glutamatos (glutamato monosódico) son potenciadores del sabor y son de todos conocidos sus síntomas tras consumirlos: dolor de cabeza, presión en las sienes y rigidez en la nuca. Estos síntomas son comúnmente conocidos como el "síndrome del restaurante chino", ya que son muy usados en este tipo de restaurantes.

Los colorantes E102,110,122,124,127 y el conservante E211 son sospechosos de provocar hiperactividad en los niños. De hecho, son utilizados en numerosos productos que van fundamentalmente dirigidos al público infantil como las golosinas, refrescos, helados, postres, mermeladas y chicles.

Los nitratos y los nitritos son conservantes que se utilizan en las carnes y en los productos de charcutería, también se usan para darles un mayor color rojo. Pues bien, se consideran bastante tóxicos, y lo que es peor, cancerígenos.

Productos que más los usan

Platos preparados, charcutería, aperitivos, panes, productos de repostería, salsas, postres instantáneos, comida basura "fast food", refrescos, golosinas, helados, margarinas, zumos, vinagres, quesos, chocolates, jaleas y mermeladas.

Un dato con respecto al pan (el que se consume normalmente, no el ecológico hecho de una manera tradicional): al menos se le añaden 15 tipos de aditivos diferentes entre antiapelmazantes, estabilizantes, reguladores del ph, emulsionantes, enzimas, vitamina C, y grasas.